El euro ha sufrido en la reciente jornada bursátil el peor día de 2017, con la mayor caída con respecto al dólar norteamericano, dejando la cotización en el mínimo de 1,06 dólares. Las presiones económicas y la incertidumbre política en Estados Unidos y en la Unión Europea son los principales factores influyentes.

La presión viene por parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed), desde la que se afirmó que en la próxima reunión de marzo podría verse anticipada una nueva subida de los tipos de interés. Para que se dé esta situación, tan solo sería necesario que las cifras de empleo y salario sigan subiendo al mismo ritmo que hasta ahora.

Con un probable anticipo de subidas de tipos de interés, el dólar ha obtenido una revalorización importante y un apoyo de los inversores, que confían en su fuerza como divisa, pese a los continuos encontronazos políticos del actual presidente Donald Trump.

En la Unión Europea, no obstante, la situación política es todavía más tensa. Encabeza la polémica Francia, con unas elecciones en las que se está escuchando en algunos discursos la salida del país de la Unión Europea, algo que desmotiva con intensidad a los inversores extranjeros.

Por su parte, Italia tampoco está presentando estabilidad en el marco político y se rumorea con unas elecciones anticipadas dentro de poco tiempo.

Grecia y Portugal están subiendo una escalada de la prima de riesgo y la situación está volviendo a provocar intensas acusaciones, así como establece una inestabilidad en países que no han pasado recientemente por sus mejores años ni a nivel económico ni político.

En lo que respecta a España, la situación internacional ha terminado afectando al Ibex 35 con un descenso del 0,28%. Se sitúa de esta forma en los 9.331,50 puntos, que suponen regresar al negativo en el año.