La conocida red social de microblogging Twitter, capitaneada actualmente bajo el mando de Jack Dorsey, tiene muchos problemas relacionados entre sí. En todo caso, el más acuciante es el de las pérdidas, que si bien ha conseguido reducir en un 20%, no es suficiente.
En el tercer trimestre de 2016 Twitter ya acumula más de 100 millones de dólares en pérdidas, algo que está muy lejos de la rentabilidad que está buscando. Por tanto, la decisión oficial que se ha comunicado hoy a la prensa es que la empresa va a despedir al 9% de la plantilla, concretamente a 350 empleados que forman parte del departamento comercial.
El objetivo de esta reducción de plantilla (la segunda desde que Jones se puso al timón de Twitter) es claramente el recorte de pérdidas, aunque también supone un descenso en el potencial comercial de Twitter a corto plazo.
Con miras a una inversión externa
Todo señala a que la venta de la empresa es inminente, ya sea de cara a una tecnológica que quiera apropiarse del negocio y reflotarlo hacia la tan ansiada rentabilidad o bien a un inversor externo, que sería la mejor opción y que otras empresas como incluso El Corte Inglés, han llegado en los últimos años.
La inversión por parte de un tercer actor en juego supondría la posibilidad de reorientar el negocio, algo que parece estar siendo el principal obstáculo de la red social para evolucionar. muchos usuarios han dejado de usarla o incluso se han dado de baja por la limitación de sus publicaciones y el poco desarrollo del contenido audiovisual, algo que la competencia ha sabido presentar de forma más óptima.
Aunque el descenso de usuarios ha cesado y hasta se ha incrementado al 3%, todavía es un avance muy lento a nivel anual como para poder soñar con permanecer en la cúspide del social media.