El pasado miércoles 14 de diciembre, Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), confirmó lo que los inversores llevaban meses esperando, una nueva subida de tipos de interés, lo que ha afectado directamente a la divisa estadounidense.
Tanto esta subida confirmada, como las expectativas de nuevas subidas, han impulsado la cotización del dólar norteamericano hasta máximos que no alcanzaba desde hacía 14 años. De esta forma, el dólar alcanzó una paridad con el euro de 1,0367 dólares. Hace tan sólo una semana el euro se cambiaba a razón de 1,08 dólares. Fue perdiendo terreno del 1,06 al 1,04 conforme transcurría la jornada y el anuncio se volvía inminente.
Parte de la razón de este impulso se encuentra en que 11 de los 17 miembros de de la Fed mostraron públicamente su confianza en que los tipos de interés llegarían en 2017 al 1,5%. Pese a que este mismo valor era el que se barajaba justo en 2015 tras la primera subida de tipos de interés, la confianza no se ha minado lo más mínimo en esta segunda subida y se prevén casi fuera de toda duda entre 2 y 3 nuevas subidas los próximos 12 meses.
Así, el dólar continúa en ascenso continuo, con un 1% de incremento tras conocerse la noticia de la nueva subida de los tipos de interés y otra nueva subida del 1,5% el mismo jueves 15 de diciembre, tras conocerse estas sensaciones de los integrantes de la Fed.
No obstante, no todos están contentos con estos anuncios. Los empresarios que basan su negocio en la exportación, conseguirán una menor rentabilidad en sus operaciones, dado que los productos que ofrecerán serán más caros que los de otros país, por lo que reducirán también su competitividad.