Cuando se acerca final de año, las festividades se vinculan a las tradiciones de todo tipo, creando así tendencias casi inamovibles en el tiempo.
Esto se traslada también a las inversiones, donde se reconocen tendencias que se repiten todos los años, con resultados la mayoría de veces muy parecidos.
Invertir en euros la última semana del año
Una de las operaciones que mejor se identifica en esta práctica donde la rutina cobra protagonismo es la inversión en euros durante la última semana del año, con el objetivo de vender esa inversión y comprar a posterior dólares la primera semana del año.
A nivel histórico, la moneda europea ha demostrado una efectividad de subida de su valor en un 70%. Esto significaría que si invirtiésemos 10 años en euros la última semana de diciembre, al menos en teoría en 7 de esos años ganaríamos rentabilidad.
Los inversores pueden ser causantes de esta tendencia temporal
Lejos de lo que pueda pensarse, no son las instituciones financieras ni estatales las que motivarían esta tendencia temporal.
En realidad es algo más atribuible a los propios inversores, que quieren cerrar posiciones antes de que termine el año, con el fin de equilibrar balances y obtener el mejor resultado de cierre de ejercicio que sea posible.
A ello también hay que sumar la debilidad que el dólar parece reflejar siempre en la época navideña, al menos de forma general.
En la práctica, el coronavirus en sus diferentes variantes y las políticas restrictivas de los Gobiernos (sobre todo los europeos), podrían hacer que 2021 fuera también excepcional en este sentido.
En cualquier caso, el euro suele ser una inversión rentable. La moneda mantiene una gran fortaleza y estabilidad pese a lo sufrido estos últimos años, por lo que incluso sin que fuera durante la primera semana del año, es bastante probable que ofrezca más oportunidades para que tengas beneficios en tus inversiones.