En el año 2015 El Corte Inglés facturó 15.219 millones de euros, de los que 422 millones procedían de la Unión Europea y 298 millones de otros países del mundo. El crecimiento de la facturación con respecto al año anterior es de un 2,5%.
Queda patente de esta manera que El Corte Inglés mantiene una constante expansión internacional, aunque es curioso que no lo hace sobre un modelo de negocio asentado como el de grandes almacenes, sino que prefiere diversificar sus servicios.
Los grandes almacenes de El Corte Inglés, su seña de identidad en toda España, sólo es posible visitarse fuera de su país natal en Portugal, donde ha abierto con relativo éxito dos edificios al estilo hispano.
En el resto de países ofrece de forma diferenciada tres líneas de negocio. La primera es la relativa a la moda, en base a su marca interna Sfera, con la que abre locales comerciales muy similares en dimensiones y ofertas a los de la competencia, teniendo así presencia en Basilea, Chile, Colombia, Emiratos Árabes, Filipinas, Grecia, México, Perú y Suiza. Es de esperar que esta presencia siga creciendo conforme la aceptación por la ropa ofrecida en estos locales mantenga su incremento constante.
La segunda línea de negocio de El Corte Inglés en el extranjero está basada en su línea de viajes turísticos, donde una organización completa y personalizada son las características más notables de este servicio, en un momento en el que el sector del turismo está rompiendo récords de pernoctación. Chile, Estados Unidos, México, Francia, Italia… los países en los que hay oficinas turísticas de Viajes El Corte Inglés siguen creciendo con suficiente éxito como para perpetuar esta estrategia comercial por mucho más tiempo.
Por último, la tercera línea de negocio explotada internacionalmente es la relativa al sector informático, nicho en el que El Corte Inglés destaca por fiabilidad y trato al cliente, así como por la calidad de los productos ofertados. En este caso la mayor parte de las ventas internacionales se producen en América Latina.