La compañía de Renfe ha confirmado que baraja la inversión en una nueva línea de negocio, los viajes low-cost para el AVE, también definidos como viajes de bajo coste.
El nombre no es ni mucho menos definitivo, ni tan siquiera lo es tampoco la ejecución trazada con esta estrategia. Lo que tienen claro desde la empresa es que es necesario incrementar ingresos, antes de que en 2020 el sector se abra totalmente a la competencia.
Plan de inversión en viajes low-cost de AVE
El plan de inversión con el AVE es el siguiente. Desde Renfe consideran necesario tener más pasajeros, por lo que hay dos primeras medidas que adoptar. En primer lugar, hay que ampliar la capacidad de los trenes para que quepan más personas.
En segundo lugar, también hay que atraer a más pasajeros, con el fin de vender más billetes e incrementar los ingresos.
El plan de inversión choca con un obstáculo importante. Para atraer a los pasajeros, se plantea un viaje low-cost que será más barato. Pero manteniendo los mismos costes por viaje, el margen de beneficio cae.
Deben obtener por pasajero el mismo o más beneficios, haciendo que el billete cueste menos, por lo que solo hay una salida viable y es la de reducir los costes.
Por tanto, el plan de inversión de Renfe pasa por reducir estos costes, entre los que principalmente estarán las propias características de los viajes en tren que tan buena reputación le han otorgado al AVE.
Entre estas prestaciones, se puede predecir que la cafetería y la tecnología de conexión a Internet serán las primeras bazas en protagonizar una reducción de costes, por ser servicios adicionales que, si bien pueden motivar ingresos, su ausencia trae menos gastos. De hecho, la cafetería en los AVE ocupa un vagón completo, que podría ir destinado precisamente a más pasajeros.