La red social de microblogging más utilizada del mundo está próxima a venderse. Tras un nefasto año de pérdidas millonarias en términos tanto económicos como de usuarios, Twitter parece estar destinada a ser vendida no al mejor postor, pero sí al inversor más interesante.

Al tratarse de un desarrollo tecnológico, era normal que las empresas destacadas en este sector fueran las que más interés mostrasen por ella. Google y Microsoft así lo han corroborado.

Ahora se les une un nuevo competidor, que nadie querría tener enfrente como rival, Walt Disney. La compañía anda en busca de una plataforma tecnológica sobre la que sacar rendimiento a todos sus canales informativos y a Twitter podría darle el empujón definitivo que la catapultaría a lo más alto, siempre con miras positivas ante la expectativa de beneficios que no llegan.

Uno de los factores que podría influir más si no en la decisión final, al menos en el condicionante de que los responsables de Walt Disney sean escuchados, consiste en que Jack Dorsey, co-fundador de Twitter, forma parte del consejo administrativo de Disney. No obstante, los responsables de Twitter guardan también relación con otras empresas, por lo que no es un factor excluyente, aunque sí cobra peso el hecho de que se Disney haya mostrado su interés por la red social.

Si hablamos de posibles costes, la cotización bursátil de la compañía ha alcanzado los 20.000 millones de dólares estos últimos días debido a una apreciación por el interés suscitado en una posible compra. Los ingresos, sin embargo, se atascan en los 600 millones de dólares, sin contar las pérdidas, que van en aumento hacia los 200 millones de dólares en 2016.

La inversión estaría de todas formas justificada, dado que todos los analistas coinciden en el potencial de la empresa, que podría ser explotado al máximo si se vendiera a una de estas grandes tecnológicas.