La visita del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, a la isla de Cuba durante los próximos días supone una recuperación sin precedentes de las relaciones comerciales entre ambos países.

Estos días estamos recibiendo la notificación de muchas noticias en relación a esta apertura por parte de Estados Unidos y de Cuba. Pequeños pero importantes pasos como la permisividad de operaciones comerciales internacionales o la eliminación del impuesto cubano al dólar son medidas que, de ponerse en marcha, fomentarán grandes acuerdos a nivel mundial y motivarán el crecimiento económico de los países implicados.

No obstante, la noticia que traemos hoy es todavía más concreta y sus consecuencias podrían ser incluso más inmediatas. Se trata del interés que han mostrado las 3 grandes empresas de AT&T, Marriott y Starwood Hotels & Resorts Worldwide en invertir en la isla de Cuba.

Por lo que respecta a Marriott y Starwood (la primera terminará absorbiendo a la segunda y será en poco tiempo), las posibilidades hoteleras en la isla de Cuba son impresionantes, tras 50 años de inactividad inversora en este sector, han sido las propias empresas cubanas las que se han encargado de acoger a la gran cantidad de turistas que visitan la isla anualmente. Sin embargo las posibilidades y acuerdos que pueden conseguir ambas empresas superarían con creces las limitaciones actuales.

Por otra parte, la presencia de AT&T está enfocada a la creación de un sistema de roaming en la isla, que minimizaría los enormes gastos que supone para los turistas llamar desde la isla a otros países.

Se trata tan sólo del inicio de cientos de negociaciones comerciales en diferentes sectores, desde los deportes hasta las líneas aéreas que, de seguir adelante, modificarán por completo las relaciones no sólo entre Estados Unidos y Cuba, sino de todos los países con la isla, en un entorno de apertura económica que debería, teóricamente, beneficiar tanto a inversores como a empresas nacionales y cubanos en general.