Vivimos una nueva Edad de Oro del turismo mundial, con récords batiéndose en casi cualquier país de destino tradicional y siendo España uno de los que está a la cabeza, independientemente de la situación política del país.
Para constatarlo podemos servirnos del reciente informe publicado por el Índice de Gestores de Compra (PMI) de servicios de Markit que identifica el valor de España en el sector servicios fijado en 56, cuando es 50 el margen que debe superarse para estar hablando de crecimiento. En julio España obtuvo también un valor positivo fijado en 54,1.
De hecho, España no es el único país que se ve en una situación optimista en lo que respecta a este índice. Irlanda llegó a un máximo de 56,9 y Francia fue capaz de obtener hasta 51,9, ambas máximas que se explican en prácticamente los mismos valores por los que en España se están registrando mejoras notables constantemente.
Turismo y hoteles
Dos son los sectores que motivan este crecimiento, lastrado en la zona euro de forma general por la debilidad económica de Alemania demostrada los últimos meses. El sector turístico es uno de estos dos valores importantísimos, que no ha parado de crecer desde hace años y que sólo podría verse lastrado en el futuro a corto plazo por el Brexit, tal y como analistas económicos de todo el mundo vaticinaban ya antes del referéndum.
Por otro lado y, prácticamente, relacionado de forma directa con el sector anterior, el hotelero es el segundo que experimenta mayor crecimiento en todo el país y, por tanto, también el que se conforma como parte imprescindible del motor económico español actual. El incremento de pernoctaciones y un aumento en el gasto general de los turistas que buscan alojamiento en España ha disparado los beneficios en el sector.