Las medidas para frenar la pandemia de coronavirus van a tener también su impacto en la economía, los profesionales y las empresas de España.
Por este motivo, el Consejo de Ministros ha aprobado recientemente un plan de inversión, en el que se incentivará la liquidez y se aplazan las obligaciones fiscales.
Inversión en liquidez
Para intentar que la economía sufra lo menos posible durante los próximos meses, se ha aprobado una inversión que alcanza los 14.000 millones de euros de forma global. Sanidad conseguirá una inyección de transferencia de hasta 3.800 millones de euros.
El sector turístico también va a ser uno de los más afectados, por lo que se ha aprobado una línea ICO que tiene hasta 400 millones, que podrán aprovechar empresas, hoteles y compañías de transporte ligadas a este sector.
Ampliación de pagos para empresas y profesionales
Por otra parte, la inversión también está pensada para paliar ausencias de pagos, que se va a ofrecer a los profesionales del país.
Empresas y autónomos podrán retrasar hasta 6 meses las obligaciones fiscales, con el fin de evitar que el impacto de la limitación de operaciones comerciales, durante el periodo que duren las medidas contra el coronavirus, les obliguen a cerrar o a despedir gente.
Se permite la moratoria de hasta 6 meses, con 3 meses de carencia y la única limitación de hasta 30.000 euros.
Los pagos que están relacionados con estas medidas gubernamentales son los relativos a las retenciones por IRPF (Impuesto de Renta de las Personas Físicas), las cuotas correspondientes al IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido) y los pagos fraccionados al impuesto sobre sociedades.
En principio estas medidas podrán aprovecharse hasta el 30 de mayo de 2020, aunque todo estará supeditado a las necesidades que imponga el impacto del COVID-19.
