España sigue sorprendiendo a todo el mundo en relación a las previsiones económicas que el Fondo Monetario Internacional (FMI) presenta en torno al país. La sorpresa en realidad es doble. Para empezar, a principios de año era el único país junto a Alemania que presentaba no sólo un crecimiento económico notable, sino mejorado con respecto a las previsiones anteriores, tanto para 2016 como para 2017.
Al mismo tiempo, la ausencia de Gobierno, todavía volcado en negociaciones tras la celebración de dos elecciones generales, no ha provocado ningún impacto negativo en la previsión económica de España y, de hecho, ésta sigue en aumento.
Ahora, tras conocer los datos registrados del segundo trimestre del año, el FMI asegura que España va bien y que seguirá así, al menos económicamente hablando, en lo que resta de año. La ausencia de Gobierno sigue sin importar para la confianza de los inversores que, sobre todo en relación al sector de importación y exportación de bienes de consumo, sigue al alza.
A ello se le unen dos importantes factores también relacionados entre sí. El primero y más importante es que la recuperación económica de España se está notando especialmente durante este año 2016, algo que está motivando a que las familias consuman más y abandonen paulatinamente el estado de extremo ahorro.
Por otro lado, el turismo está registrando récords históricos de pernoctación y España es uno de los países que más se está beneficiando de ello.
La única mancha negra en el horizonte que podría enturbiar estas buenas expectativas del FMI sobre España no reside en la confusión política en la que está inmersa, sino en el Brexit, pues tanto el turismo británico como la inversión económica entre los dos países, amenaza con rebajar estas previsiones de crecimiento de forma considerable.