Este fin de semana ha sido realmente tenso en Turquía. Un intento de golpe de estado organizado principalmente por la cúpula militar de Turquía, ha intentado quitar del poder a la fuerza al actual presidente Recep Tayyip Erdogan, finalmente ha fracaso con el apoyo social de miles de personas que han salido a las calles a defender el estatus democrático en el país.
Las consecuencias, hasta el momento, se han mantenido dentro del ámbito social y político. El intento de golpe de estado se ha saldado con unos 200 muertos y varios heridos, además de una consecuente purga por parte de Erdogan contra dirigentes políticos y fuerzas del orden y militares. En total más de 8.000 personas han sido detenidas y serán llevadas a juicio por el intento de golpe de estado fallido.
A nivel económico, la situación parece no haber afectado demasiado. Las empresas han esperado con nervios cómo se producía el inicio de jornada, pero la calma que ha motivado a los ciudadanos a llevar una vida normal apenas 24 horas después de este suceso, también ha permitido una jornada sin demasiadas sorpresas en el ámbito empresarial.
Sobre todo las empresas de grupos comerciales extranjeros, entre los que se encuentre de forma destacada España, han podido ver cómo sus negocios permitían transcurrir un día completamente normal, sin incidentes y sin variaciones importantes respecto al volumen de ventas, la generación de ingresos o el valor bursátil de algunas de ellas.
Otra cosa es qué sucederá los próximos días. Sobre todo el sector turístico es el que tiene expectativas menos favorables, dado que esto podría minar la motivación de muchos viajeros de visitar el país en los próximos meses, además de que podría darse la situación de devolución de billetes en breve. Todavía no hay novedades al respecto, pero este sector podría ser el más afectado comercialmente por el suceso durante este verano.