La debilidad de la economía China, la crisis del petróleo y el aparente pesimismo sobre la economía mundial de la presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos se han juntado como factores unidos para conseguir que el IBEX, junto al resto de bolsas europeas, se vean lastradas después de una jornada el día anterior al alza.
De poco sirvió el repunte, como los otros esporádicos que se han producido desde el inicio de 2016, porque el IBEX ha perdido más de un 4% y, de nuevo, ha vuelto a bajar del límite psicológico de los 8.000 puntos.
Precisamente el IBEX ha sido el más castigado de todos los mercados europeos, junto con el Mib italiano. Mientras el índice español ha perdido un 4,88%, el de Milán ha bajado nada menos que un 5,6%. Pero no son las únicas Bolsas que terminan en rojo la semana. París también cayó concretamente un 4,1%, mientras que la de Fráncfort se dejó un 2,9%. Incluso la imbatible Londres se ve incapaz de superar el temporal y se deja un 2,4%.
Centrándonos en el IBEX 35, todos los valores han acabado la jornada en negativo. Las empresas que peor paradas han salido han sido las entidades bancarias de Santander y Bankia, la constructora OHL y Arcelor Mittal.
Los inversores siguen sin tener muy claro dónde destinar su dinero, por lo que los valores refugios son los que más se están beneficiando de esta situación. El oro por ejemplo ha sido uno de los mercados que más se ha podido beneficiar de esta situación. Este valor refugio ha conseguido un aumento en la cotización del 2%. Junto al oro otro valor refugio como los bonos de Estado, también han sido de interés, sobre todo los alemanes y suizos. No es algo extensible a todos los países, dado que el interés de la deuda española, italiana y griega han subido.