Los pronósticos para 2019 del petróleo están fallando, algo que supone una alegría para casi todas las partes.
Después de haber retrocedido de forma considerable su valor hasta el umbral de los 50 dólares, en apenas 3 semanas el petróleo ha conseguido una revalorización récord y recupera el nivel de los 61 dólares.
Se preveía (todavía entra como probabilidad en los análisis anuales) que el petróleo iba a ver descender inevitablemente su precio a lo largo del año. Pero lo cierto es que las buenas expectativas que plantea la economía mundial con una suavización plausible de la guerra comercial que marcó 2018, crea expectativas en diversos mercados.
Una revalorización del 13%
El barril de petróleo ha sufrido de forma catastrofista en el último trimestre de 2018. Los productores veían cómo el precio descendía hasta un 40% y ya se barajaba la posibilidad de reducir la producción en la medida de lo posible.
Además de otros factores de menor influencia, el anuncio de una tregua en la guerra comercial que mantienen China y Estados Unidos, ha permitido un soplo de aire al petróleo.
La revalorización alcanza ya el 13% en el poco tiempo transcurrido desde que iniciase el año 2019.
La previsión es que esta racha continúe, no solo porque la guerra comercial parece haberse estancado en un punto muerto, sino porque además se están desdibujando progresivamente los atisbos de una desaceleración económica.
La confianza en una situación económica favorable e incluso de crecimiento, impulsa la demanda de petróleo que, al mismo tiempo, ve cómo se revalorizan los barriles consecutivamente.
Como impulso adicional, desde Arabia Saudí llegan noticias del descubrimiento de que las reservas de petróleo y gas son superiores a las que se había calculado hasta ahora. Según un nuevo estudio, las reservas existentes aumentan en 2.200 millones de barriles, respecto a lo inicialmente previsto.