Las start-ups o empresas de reciente creación, principalmente vinculadas al sector tecnológico, dependen en buena medida de la inversión inicial en forma de financiación, para abordar un futuro prometedor en su sector y con opciones de viabilidad.
Lamentablemente, un último informe europeo sobre este ámbito reconoce a España como uno de los países que menos invierte en start-ups, pese a que de forma general la financiación en el país ha mejorado, con respecto a otros años.
España, país número 22 (de 26) en inversión para nuevas empresas
El informe lo ha presentado AFME (Asociación Europea de Bancos de Inversión, por sus siglas en inglés) y deja en una posición muy comprometida a España. Según este informe, el país solo es superado por otras 4 naciones en materia de “peor financiación” para start-ups, por lo que va a ser necesario reorientar la inversión hacia estas compañías en los próximos años.
Los países que se situarían por detrás de España son (por este orden de mejor a peor), Bélgica, Hungría, Croacia e Italia. No obstante, cabe destacar que no hay datos recopilados de Malta ni de Polonia.
¿Qué tipo de inversión debe mejorar España?
El informe analiza diferentes ámbitos de inversión. Aquellos que han motivado una posición tan baja para España son los relativos al capital riesgo para empresas consolidadas, la financiación de business angels para empresas de reciente creación y la inversión en economía colaborativa.
Con todo, en realidad España ha mejorado de forma general su inversión, salvo en la relativa a business angels, que precisamente es la que supone mejor financiación para las nuevas empresas.
A pesar de todo, España sí destaca en otros términos de inversión. Por ejemplo, es el quinto país en financiación sostenible (bonos verdes, bonos sociales) y el segundo, en lo relativo a transferencias de créditos (transferencias de préstamos desde los bancos hacia otros destinatarios).