Las últimas semanas hemos sido testigos de un veto de Estados Unidos a la compañía china Huawei, alegando riesgo para la seguridad nacional.
Si bien en la actualidad mantienen una prórroga hasta mediados de agosto, es previsible que a partir de esta fecha, la compañía asiática se vea muy afectada comercialmente (aunque ya se ha comenzado a notar en descenso de ventas).
Una de las consecuencias más temidas de esta censura era la posible reacción desde el Gobierno de China, que finalmente se ha hecho oficial.
El Gobierno está configurando una lista negra de “entidades no fiables”, con las que todavía no se sabe qué medidas se adoptará, pero la mayoría coincide en que les impedirá invertir y realizar acciones comerciales en el país o con otras empresas chinas.
Justificación de la lista negra de China
Es bastante evidente que China está elaborando esta lista de “compañías non gratas” como respuesta al veto de Huawei, una empresa que estaba llamada a liderar en 2019 el mercado de la telefonía móvil y más adelante el de 5G.
Pero como es lógico, el Gobierno ha tenido que justificar su acción con argumentos más ajustados a la legalidad. Entre ellos, como también era previsible, se baraja la posibilidad de que pongan en riesgo la seguridad nacional, las cadenas industriales y de suministros y, en general, que pongan en peligro toda la economía mundial.
Respuesta de Estados Unidos
Desde Estados unidos se critica las contramedidas asiáticas y se traslada el caso hacia los países europeos.
Desde la misma secretaría de Estado, se ha advertido que en Europa deben cambiar también su conducta con China, sobre todo en relación a la información que es compartida entre empresas con vínculos comerciales.
De momento no se ha amenazado ninguna medida en caso de que la situación se mantenga como hasta ahora.