España es actualmente el tercer país de toda Europa, en la inversión particular en trasteros. Solo es superada por Reino Unido y Francia, según un último informe de la Asociación Española de Self Storage (AEES).
Un sector con amplio margen de mejora
En los últimos años, la inversión de la economía familiar en un trastero, se ha mantenido en un alza continua. En algunos casos, se considera que ha llegado al 31%, aunque esto es muy diferente según la ciudad analizada.
En el caso de Madrid, por ejemplo, el incremento del mercado ha sido bastante alto, de hasta un 28%. Pero otras ciudades más pequeñas o en las que el sector aún no había emergido, marcan un crecimiento de entre el 8% y el 15%.
Lo que todas ellas coinciden es en la posibilidad de un amplio margen de mejora, si las administraciones locales se esfuerzan por una regulación normativa más clara y enfocada al crecimiento del sector.
El precio de la vivienda, clave para la inversión en trasteros
La familia española que invierte en trasteros, lo hace exclusivamente por falta de espacio en la casi totalidad de los casos.
No se cuenta con ese espacio en la vivienda, porque el metro cuadrado ha subido de precio en los últimos años, por encima de otras variables, como el salario. Por tanto, los actuales propietarios viven en casas más pequeñas, sobre todo los jóvenes que incluso tienden a compartir piso y, en esta situación, el espacio hábil no es suficiente para los bienes materiales.
Los trasteros ofrecen ese espacio, seguridad y privacidad a un mínimo coste, por lo que la inversión en ellos implica una mejora en la calidad de vida, sin necesidad de buscar viviendas más grandes.
Entre los motivos argumentados más frecuentes para el uso de un trastero, actualmente se encuentran el nacimiento de un hijo y las mudanzas.