Todas las medidas preventivas estaban planteadas, pero nadie esperaba tener que ponerlas en práctica. Una de ellas es precisamente de las más esperadas desde hace años en Reino Unido, la rebaja de tipos de interés.
El Banco de Inglaterra, en voz de su gobernador Mark Carney, ha admitido la resolución de medidas con el fin de frenar una posible recesión en un futuro tan cercano como inmediato. Una de ellas será efectivamente la reducción de los tipos de interés que pasarán de un actual 0,5% a un 0% indefinido, algo similar a lo que sucedió justo antes de la crisis económica en Estados Unidos. El cambio de situación no tuvo lugar hasta hace exactamente un año, cuando comenzar a reducir las medidas de motivación de la economía.
Parece que en esa misma situación se encuentra la economía británica, que va a necesitar medidas importantes si no quiere vivir una reducción del valor de la libra histórica más días de los que ya los ha sufrido.
Precisamente el cierre de la semana del Brexit, un fatídico 1 de julio que será recordado para la posteridad, la libra vuelve a bajar un 1% frente al euro y el cambio ya se sitúa en los 1,19 euros. Antes de realizarse el referéndum la libra se cambiaba a 1,30 euros, los peores pronósticos se están cumpliendo y parece que sólo acaban de empezar.
De hecho, la rebaja de tipos de interés no será ni mucho menos la única medida con la que reactivar la economía británica, se espera que se inicie próximamente una compra de bonos públicos en el mercado que alcance nada menos que 100.000 millones de ibras. Ya en 2008, justo antes del estallido de la crisis económica, se pusieron a la venta de forma efectiva 375.000 millones de libras. Con esta solución, casi medio billón de libras formará parte de la deuda pública del estado.