Tras el aterrizaje de Netflix en España y el afianzamiento de Wuaki, el sector del streaming ha demostrado ser un negocio rentable pero que precisa de cierta inversión inicial.

Netflix se ofrece desde el pasado mes de septiembre de 2015 a un precio básico de 7,99€ al mes en su tarifa más económica. Sus ganancias netas ascienden a los 122 millones de dólares, sin embargo podrían ser muchísimo mayores si no fuera por los costes de su actual expansión internacional y de la producción de contenidos propios, inversiones que la compañía espera que se conviertan en “armas” poderosas frente a la competencia y, en consecuencia, le generen todavía mayores ganancias.

Por su parte, HBO ha coincidido en el día en que Netflix mostraba sus datos económicos con la noticia de que espera llegar a España a lo largo de 2016 con una oferta similar a la que tiene en Estados Unidos.

Se une de esta forma otra empresa al mercado de streaming, enarbolando series de gran éxito internacional como Juego de Tronos o Los Soprano. La duda planteada por los clientes de estos contenidos es qué sucederá con la televisión de pago que, de momento, ha pagado por los derechos de emisión de buena parte de sus programas.

La estrategia es doble. Netflix apuesta por la exclusividad del contenido, mientras que HBO por la diversificación de sus emisiones en diferentes plataformas y sólo en sus suscripciones la posibilidad de tener todas juntas.

A ello se une la inversión en nuevos contenido de corte familiar e infantil, con lo que conseguir ofrecer una programación completa para toda la familia, que rivalice con la televisión de pago, actualmente mucho más costosa que el streaming y que atraiga a empresas que quieran publicitar sus productos, algo que dependerá de la capacidad dfe estaas compañías para incrementar y mantener los millones de usuarios actuales en todo el mundo.